miércoles, 14 de diciembre de 2011

Matrix

Rasgo demasiado poco la rocosa corteza del roble porque soy tan poeta, que la necesidad de esgrimir vocablos para acrecentar esos soplos de aire que a veces brotan de mis pies es tan innecesaria como su atestiguamiento. Ya lo has visto, las necesidades vitales que nos equiparan, formando una línea horizontal casi perfecta, son totalmente inútiles para los binoculares con los que tu mente recoge mis coloridos matices; para ese holograma del que formo parte en tu Matrix particular. Hay tantas olas que no rompen hacia la costa en este mar de aguas bravísimas que con el paso de los años he tenido que perfilar un equilibrio perfecto sobre la tabla del saber hacer con la que hago trizas el sonido del aullido de tanto perro salvaje, y me río con las encías sangrando por la sal a gorgotones que se ha cristalizado. 

No me apetece seguir escribiendo, bah. 

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