viernes, 15 de julio de 2011

Un día desperté reflexionando sobre la muerte. ¿De dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿quién soy? He pasado miedo, mucho miedo, hasta el día en el que lo más absurdo se me ocurrió. Cogí un papel y un bolígrafo y comencé a escribir sobre el miedo.

Me pregunté a mi mismo que qué es el miedo. Cerré los ojos y comencé a pensar. No se me ocurría nada, así que pregunté por ahí, y lo que me contestaron fue que el miedo es temor hacia lo desconocido.  La definición se me antojó incompleta, por lo que empecé a matizarla mentalmente. Miedo es temor, lo desconocido es casi todo, y yo no tengo miedo a lo desconocido, sino a…no sé a qué. Así que llegué a la conclusión de que el miedo es temor hacia nada. Dejé el papel en blanco y le compré un marco. Lo dejé puesto en mi cuarto. Cada vez que pasaba miedo miraba el marco para que me recordara que en realidad no ocurría nada.

“-Cierra el puño.

-¿Para qué?

-Ahora ábrelo, dentro tienes al miedo. Dime lo que ves.

-Nada.

-¿Qué es el miedo?

-Nada.

-Moléstate en descubrir qué cosas son las que hacen que te tapes hasta la cabeza por las noches, de esta manera sabrás que lo más terrible está en los lugares donde los locos hablan sin saber lo que están diciendo mientras se lucran, no en tu cabeza, lugar en el que residen temores que en realidad son nada”.
José Alberto

1 comentario:

  1. Buena reflexión ^^

    ah! y petición enviada =P La chica sentada en las vias del tren soy yo

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